La mujer es como la flor, si no la riegas, se marchita
La caricia perdida
(Languidez - 1920)
Se me va de los dedos la caricia sin causa,
Se me va de los dedos. . .En el viento, al pasar,
La caricia que vaga sin destino ni objeto,
La caricia perdida, ¿Quien la recogerá?
Pude amar esta noche con piedad infinita,
Pude amar al primero que acertara a llegar.
Nadie llega. Están solos los floridos senderos.
La caricia perdida, rodará. . .rodará. . .
Si en los ojos te besan esta noche, viajero
Si estremece las ramas un dulce suspirar,
Si te oprime los dedos una mano pequeña
Que te toma y te deja, que te logra y se va.
Si no ves esa mano, ni esa boca que besa,
Si es el aire quien teje la ilusión de besar,
Oh, viajero, que tienes como el cielo los ojos,
En el viento fundida, ¿Me reconocerás?
Reseña biográfica
Nació en Capriasca, Suiza, en 1892, pero desde los cuatro años fue llevada a Argentina, país que la acogió con su nacionalidad. Desde muy niña empezó a trabajar como maestra, haciendo sus primeros pinos como poetisa bajo el pseudónimo de TaoLao.
Obtuvo importantes premios literarios que la hicieron conocer ampliamente en todos los países latinoamericanos, destacándose entre sus obras, «Languidez», «El dulce daño» y «La inquietud del rosal».
Se quitó la vida en 1938.
Nunca dio en sus poemas la sensación de naturaleza, ni tibieza de hogar, pero evocó mejor su ciudad, el tráfico de las calles, la monotonía de los altos edificios, los trenes, los parques urbanos. No obstante, la nota más persistente en ella es el amor, entendido casi siempre como una especie de furor, contrastante sentimiento romántico con notas irónicas, la dualidad entre el ser y el no ser. Todos sus sentimientos los confiesa sin veladuras en siete libros. Los cuatro primeros: "La inquietud del rosal" (1916), "El dulce daño" (1918), "Irremediablemente" (1919) y "Languidez" (1920), son íntimos y personales, mientras que los otros tres: "Ocre" (1925), "Mundo de siete pozos" (1936) y "Mascarilla y trébol" (1938), constituyen obras más reposadas y cerebrales, llenas de simbolismos y abstracciones.
Algunas de sus obras inéditas fueron publicadas en Buenos Aires, en el año 1960; tal es el caso de "Cinco Cartas y una golondrina" y "Poemas olvidados". Aquejada de una enfermedad, entonces incurable, se suicidó, arrojándose al mar en la ciudad de Mar del Plata, República Argentina, en 1938. Pocos días antes de su muerte escribió "Voy a dormir", poema que revela sus claros deseos de suicidio.
(Languidez - 1920)
Se me va de los dedos la caricia sin causa,
Se me va de los dedos. . .En el viento, al pasar,
La caricia que vaga sin destino ni objeto,
La caricia perdida, ¿Quien la recogerá?
Pude amar esta noche con piedad infinita,
Pude amar al primero que acertara a llegar.
Nadie llega. Están solos los floridos senderos.
La caricia perdida, rodará. . .rodará. . .
Si en los ojos te besan esta noche, viajero
Si estremece las ramas un dulce suspirar,
Si te oprime los dedos una mano pequeña
Que te toma y te deja, que te logra y se va.
Si no ves esa mano, ni esa boca que besa,
Si es el aire quien teje la ilusión de besar,
Oh, viajero, que tienes como el cielo los ojos,
En el viento fundida, ¿Me reconocerás?
Reseña biográfica
Nació en Capriasca, Suiza, en 1892, pero desde los cuatro años fue llevada a Argentina, país que la acogió con su nacionalidad. Desde muy niña empezó a trabajar como maestra, haciendo sus primeros pinos como poetisa bajo el pseudónimo de TaoLao.
Obtuvo importantes premios literarios que la hicieron conocer ampliamente en todos los países latinoamericanos, destacándose entre sus obras, «Languidez», «El dulce daño» y «La inquietud del rosal».
Se quitó la vida en 1938.
Nunca dio en sus poemas la sensación de naturaleza, ni tibieza de hogar, pero evocó mejor su ciudad, el tráfico de las calles, la monotonía de los altos edificios, los trenes, los parques urbanos. No obstante, la nota más persistente en ella es el amor, entendido casi siempre como una especie de furor, contrastante sentimiento romántico con notas irónicas, la dualidad entre el ser y el no ser. Todos sus sentimientos los confiesa sin veladuras en siete libros. Los cuatro primeros: "La inquietud del rosal" (1916), "El dulce daño" (1918), "Irremediablemente" (1919) y "Languidez" (1920), son íntimos y personales, mientras que los otros tres: "Ocre" (1925), "Mundo de siete pozos" (1936) y "Mascarilla y trébol" (1938), constituyen obras más reposadas y cerebrales, llenas de simbolismos y abstracciones.
Algunas de sus obras inéditas fueron publicadas en Buenos Aires, en el año 1960; tal es el caso de "Cinco Cartas y una golondrina" y "Poemas olvidados". Aquejada de una enfermedad, entonces incurable, se suicidó, arrojándose al mar en la ciudad de Mar del Plata, República Argentina, en 1938. Pocos días antes de su muerte escribió "Voy a dormir", poema que revela sus claros deseos de suicidio.
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